martes, 8 de julio de 2008

NETZAHUALCÓYOTL - TLATOANI POETA

Hoy quiero compartir con ustedes la obra de un gran poeta: Netzahualcóyotl, notable guerrero, político, arquitecto y filósofo del México antiguo.

Su nombre significa Coyote hambriento, nació en 1402. Fue hijo de Ixtlixóchitl, Señor de los chichimecas y de Matlacihuatzin, princesa mexica.

En 1418 huyó Texcoco con su padre, quien después fue asesinado; Netzahuacóyotl tuvo que ser escondido para no morir en manos de Tezozómoc, monarca de Azcapotzalco. Logró salvar su vida, pero fue tomado prisionero por el señor de Chalco y después de muchas peripecias logró ser liberado.

En 1420 fue perdonado por Tezozómoc quien le permitió vivir en Texcoco, donde comenzó a prepararse para vengar la muerte de su padre.

En 1427 logró reunir las fuerzas aliadas para luchar contra Azcapotzalco y cuatro años después constituyó la Triple Alianza entre Texcoco, Tenochtitlan y Tacuba. Ese año fue coronado Tlatoani de Texcoco.

Por sus bellos escritos es conocido como Rey Poeta, de ellos se conservan algunos poemas sobre la naturaleza, la muerte y el misterio de la existencia del hombre. Fue justo y prudente, promulgó de leyes más justas sobre la propiedad y los tributos; fundó colegios para el estudio de la astronomía, el idioma, medicina, pintura e historia, gran arquitecto que dirigió la construcción de templos, palacios, jardines, diques y acueductos.

Netzahualcóyotl es probablemente el Tlatoani más distinguido del México Antiguo, sus ideas y forma de gobierno fueron de un humanismo notable y diferente a la ideología reinante.A su muerte ascendió al trono su hijo Netzahualpilli.

Los poemas de Netzahualcóyotl tuvieron una gran influencia estilística, está llena de simbolismos y de mitos. Su obra conmovió tanto a su gente que después de muerto se paraban en el huéhuetl para recitar sus poemas y mantenerlos en la cultura de tradición oral.

POEMAS DE NETZAHUALCÓYOTL

Mi hermano el hombre

Amo el canto de zenzontle

pájaro de cuatrocientas voces,

amo el color del jade
y el enervante perfume de las flores,

pero más amo a mi hermano: el hombre.

Comentario: éste poema está escrito en letras pequeñitas en los billetes de $100 pesos mexicanos



Nos iremos borrando….

Como una pintura nos iremos borrando.
Como una flor nos hemos de secar sobre la tierra.
Cual ropaje de plumas de quetzal, del zacuán, del azulejo,
Iremos pereciendo, iremos a su casa.

Lo he comprendido…

Kin ok tlamati noyollo
nik kaki in kuikatl,
nik itta in xochitl.
Maka in kuetlawia in tlaltikpak!

Lo he comprendido al fin:
oigo un canto: veo una flor:
¡oh, que jamás se marchiten!

Niwinti, nichoka, niknotlamati,
nikmati, nik-itoa, nik-elnamiki:
¡maka aik nimiki, maka aik nipoliwi!
Inkan ahmicowa, inkan ontepetiwa,
in ma onkan niauh:
¡maka aik nimiki, maka aik nipoliwi!

Fuera de sentido…

Me siento fuera de sentido,
lloro, me aflijo y pienso,
digo y recuerdo:
¡Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera!...
¡Vaya yo donde no hay muerte,
donde se alcanza victoria!
Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera...

Canto de Moyocoyatzin

X. Ah in tepilwan:
ma tiyoke timikini
ti mazewaltin nawi nawi
in timochi tonyazke
timochi tonalkizke Owaya Owaya
in tlaltikpak.
XI. Ayak chalchiwitl
ayak teokuitlatl mokuepaz
in tlaltikpak tlatielo
timochiotonyazke
in canin ye yuhkan: ayak mokawaz zan zen tlapupuliwiz
ti yawi ye yuhkan [...] ichan
Owaya Owaya.
XII. Zan yahki tlakuilolli Aya
ah tonpupuliwi
Zan yuhki xochitl Aya
in zan tonkuetlawi
ya in tlaltikpak Owaya
ya ketzalli ya zakuan
xiuhkecholli itlakechwan
tonpupuliwi tiyawi in [...] ichan Owaya Owaya.
XIII. Oaziko ye nikan
ye ololo Ayyawe
a in tlaokol Aya
ye in itek on nemi
ma men chkililo
in kuauta ozelotl Owaya
nikan zan tipopuliwizke
ayak mokawaz Iyyo.
XIV. Xik yokoyakan in antepilwan
kuauht amozelo
ma nel chalchiwitl
ma nel teokuitlatl
no ye ompa yazke
onkan on Ximowa yewaya
zan tipupuliwizke
ayak mokawaz Iyyo. X.

Percibo su secreto,
oh vosotros, príncipes:
De igual modo somos, somos mortales,
los hombres, cuatro a cuatro, [...]
todos nos iremos,
todos moriremos en la tierra.
XI. Nadie esmeralda
nadie oro se volverá
ni será en la tierra algo que se guarda:
todos nos iremos
hacia allá igualmente:
nadie quedará, todos han de desaparecer:
de modo igual iremos a su casa.
XII. Como una pintura
nos iremos borrando.
Como flor
hemos de secarnos
sobre la tierra.
Cual ropaje de plumas
del quetzal, del zacuan,
del azulejo, iremos pereciendo.
Iremos a su casa.
XIII. Llegó hasta acá,
anda ondulando la tristeza
de los que viven ya en el interior de ella...
No se les llore en vano
a águilas y tigres...
¡Aquí iremos desapareciendo:
nadie ha de quedar!
XIV. Príncipes, pensadlo,
oh águilas y tigres:
pudiera ser jade,
pudiera ser oro
también allá irán
donde están los descorporizados.
Iremos desapareciendo:
nadie ha de quedar!