lunes, 28 de julio de 2008

POEMAS DE LA TARDE

A veces
cuando asombrado el eco de la tarde

sorprende con la noche a los transeúntes
la ciudad se hace
dúctil
transparente
y la sombra repo
sa tras el eco
de una íntima voz
que moldea nuestra calle con recuerdos.


Esther Alvarado


~ Sombra ~


Presiento que el mutismo de mi sombra
habrá de rebelarse un día cualquiera
sarcástica, remedará mis movimientos
y luego escapará sin rumbo fijo

Sin el contorno oscuro de mi cuerpo
los muros no sabrán de mi presencia
me perderé en la luz que me disuelva
sin el dibujo cruel de mi silueta

Seré como fantasma vagabundo
carente de perfil y de figura
seré mi aparición imaginaria
seré un espectro irreal y sin sustancia

Esther Alvarado